¿EVOLUCION?

Gracias al proyecto ENCODE se descubrió que más del 80% del genoma se transcribe, y lo asociaba con una función bioquímica. En tanto que los resultados del proyecto ENCODE siguen siendo rechazados por un grupo de vehementes defensores "creyentes" de la evolución que se mueven mayormente por Internet, los investigadores científicos siguen demostrando más y más funciones para todo el ARN no codificante que está siendo transcrito. Un reciente artículo en Nature observa que los resultados de ENCODE están llevando a los investigadores a comprender lo que hace el ADN no codificante:

ENCODE es un acrónimo de Encyclopedia oDNA Elements. Como su nombre indica, el proyecto intenta crear un catálogo de todo lo que puede encontrarse en el genoma humano: genes, elementos reguladores, nuevos elementos dentro del famoso "ADN basura", etc.

La mayor parte del genoma mamífero se transcribe. Esto genera un inmenso repertorio de transcripciones en el que se incluyen ARNs mensajeros codificantes de proteínas, ARNs largos no codificantes (lncARNs) y secuencias repetitivas como SINEs (elementos nucleares cortos intercalados). Un gran porcentaje de los ncARNs son enriquecidos nucleares con función desconocidos. Los lncARNs antisentido pueden formar pares antisentidos emparejando con un gen codificante de proteína sobre la hebra opuesta para regular el silenciado epigenético, la transcripción y la estabilidad del ARNm.

(Carrieri et al., «Long non-coding antisense RNA controls Uchl1 translation through an embedded SINEB2 repeat», Nature (2012), doi:10.1038/nature11508)

El artículo descubre que el ADN antisentido procedente de Uchl1, un gen involucrado en la función cerebral en ratones (y también en otros mamíferos), ayuda a regular y a aumentar «la síntesis de proteínas a un nivel postranscripcional, con lo que se identifica una nueva clase funcional de lncARNs».

Un artículo en Science Daily acerca de este trabajo informa como sigue:

Para sintetizar proteínas, el ADN necesita moléculas de ARN que sirvan como breves «transcripciones» de la información genética. El conjunto de todas estas moléculas de ARN se llama «transcriptoma». En el transcriptoma humano, junto con alrededor de 25 mil secuencias de ARN codificante (esto es, las secuencias involucradas en el proceso de síntesis), se puede encontrar una cantidad aún mayor de secuencias de ARN no codificante. Algunos de estos ARNs se llaman «antisentido» porque son complementarios de secuencias de ARN codificante llamadas «sentido» (el emparejamiento de un ARN de sentido y de un ARN antisentido puede considerarse como un engranaje).

Los investigadores descubrieron con anterioridad que muchos de los genes que codifican proteínas tienen unos ARNs antisentido correspondientes. Un estudio publicado en Nature, coordinado por un grupo de investigadores del SISSA en Trieste, Italia, ha descubierto ahora que un tipo determinado de ARNs antisentido estimulan la traducción de los ARNm codificantes de proteínas con los que se sobreponen. Esto está en acusado contraste con la actual creencia de que los ARNs antisentido están universalmente asociados con una regulación negativa de la traducción a proteínas.

Science Daily cita a uno de los científicos coautor del trabajo, y dice que este descubrimiento derrumba el concepto de ARN «basura» en el genoma:

«Nos sentimos satisfechos al ver que hay una función adicional para los ARNs largos no codificantes», dice Piero Carninci, Director de Equipo en RIKEN OSC. «Desde el descubrimiento inicial de que la mayoría del genoma produce tantos ARNs no codificantes, ha habido un escepticismo general relacionado con la posible funcionalidad de estos ARNs. Este estudio marca un hito al identificar una clase novedosa de ARNs no codificantes que presentan una función clave de regulación, potenciando la traducción de las proteínas. Además, esta función está mediada por elementos repetitivos, que hasta ahora se consideraban generalmente como la fracción “basura” del genoma, lo que demuestra que el concepto de que la mayor parte del genoma es “basura” no es cierto. A fin de cuentas, lo más lógico es que haya función incorporada en cualquier parte del genoma y que todavía no comprendemos.»

El artículo en Nature concluye así: «Estos datos revelan otra capa control de expresión génica al nivel postranscripcional». Y también revelan otra razón para tomar en serio los resultados de ENCODE.

Fuente: Evolution News – Nature Study Vindicates ENCODE, Reports Functions for Antisense Non-Coding “Junk” RNA